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carretera Venecia

Hemos pasado un día intenso pero esto acaba de empezar, se esta echando la tarde y nos dirigimos hacia las comunidades de Cantagallo, lo ansiábamos todos, pero una vez encaminados hacia esta experiencia me invadía la duda, soportaría esta experiencia, creo que no, los nervios se adueñaban de mi, la noche caía y no sabía como reaccionar, el camino ya era duro y la incertidumbre podía conmigo, pero si esto era lo que yo quería o así lo pensaba.
Tras más de dos horas por una carretera de tierra y con gran dificultad dejábamos atrás todo tipo de comunicaciones. Esto había comenzado y una gran dicotomía estaba dentro de mi, quería estar allí pero me invadían las dudas.

Por fin habíamos llegado, era una noche cerrada y no podíamos ver lo que nos rodeaba, la verdad es que esta situación de no saber donde estábamos envolvía de un áurea especial toda esta experiencia que íbamos a vivir , sentía que esto no iba a pasar por mí si dejar huella.
Nos estaban esperando todos los miembros de la comunidad, en concreto los de las dos comunidades, Comunidad de Venecia y Comunidad de San Jerónimo. Estábamos todos nerviosos, tanto nosotros como ellos, creo que ellos también dudaban sobre la situación que iban a vivir, con estos quince jóvenes extremeños.